Si algo tenemos en común los
seres humanos, es que todos hemos experimentado a lo largo de la vida la amplia
variación de nuestro estado de ánimo: vivimos momentos de suma felicidad, así
como pasamos momentos realmente malos. Aquí estamos después de todo, ¿no? No
conozco a nadie que tenga la gracia de vivir sin problemas, por lo tanto, hay
que aprender a estar bien aunque haya problemas alrededor y disfrutar de lo
poco o mucho que tenemos hoy y ahora, que pareciera ser lo único real.
A veces sentirse bien solo
requiere de un simple gesto o movimiento, entonces, veamos algunos secretos
para sentirnos felices a pesar de todo:
Duerma bien: El buen descanso el secreto para resolver muchos males. Duerma por lo menos ocho horas por día y verá que comienza cada jornada con mucha más vitalidad y energía.
Realice ejercicio: Cualquier tipo de ejercicio es sumamente útil para liberar el estrés y disfrutar de una saludable distracción. No se quede encerrado en su casa, salga a caminar, a correr, haga yoga, vaya al gimnasio, realice cualquier actividad que le guste y le sirva para liberar energías y volver casa relajado.
Disfrute de la buena compañía: Socialice, no pierda oportunidad de salir con sus amigos o familiares, haga cosas que le diviertan, vaya a comer a un buen restaurante, invite a sus amigos a su casa, vaya al cine, etc.
Encuentre aquello que le apasiona: ¿Será la lectura, el deporte, la pintura, la fotografía? Cualquier cosa puede ser, solo debe tomarse el tiempo para descubrir un pasatiempo que lo haga feliz y ¡practicarlo! No ponga como excusas el factor económico o las ocupaciones, puede tomarse una hora al día para hacer aquello que le apasiona.
Disfrute de estar consigo mismo: Muchas personas le temen a la soledad, no disfrutan de estar solas. Pues aquí va un consejo: cada vez que esté solo, trátese a sí mismo como trataría a un invitado de lujo. Si se queda solo en casa prepárese un rico plato, ponga el mantel, cene con música o viendo una linda película, etc. Disfrute de su propia compañía, es el comienzo para que el resto de las personas pueda hacerlo.
Haga algo que nunca hizo: Piense
en algo que nunca se animó a hacer y ¡comiéncelo! Vaya a esas clases de teatro
que siempre le llamaron la atención, hable con esa persona que le gusta, cambie
su look, su peinado, su manera de vestir, ¿quién puede decirle lo que está bien
o mal? Lo importante es que disfrute de la vida, claro que sin hacerle daño a
nadie.
Arregle sus conflictos: Anímese
a hablar con quien está peleado, no se escape cuando discute con su pareja,
quédese allí hasta arreglar las cosas. Trate de saldar todas las cuentas
pendientes y verá como su pecho se siente mucho más aliviado.
No oculte lo que siente: Muchas
personas tratan de tapar lo que les pasa con distracciones mundanas, hay
quienes trabajan hasta el cansancio solo para no pensar. Pues esa no es la
salida, trate de resolver lo que le pasa, hable con alguien de confianza, vaya
al psicólogo y trabaje, pero no hasta el hartazgo, también disfrute de los
placeres de la vida.
Tenga sueños y objetivos: Todas
las mañanas cuando se levante, piense en algún sueño que anhela cumplir, ya sea
uno grande como conocer el mundo o tener hijos, o bien en uno más pequeño como
comprarse algo bonito o redecorar su casa. Los sueños funcionan como la
zanahoria para el burro, nos hacen caminar incansablemente detrás de algo,
hasta que finalmente lo alcanzamos.
Ríase por nada: Analice su
rostro, ¿suele estar sonriendo o siempre va serio? Cualquiera sea la respuesta,
comience a reirse más, sonría a sus vecinos, a quienes lo saludan, al del
comercio de la esquina. Ríase con sus amigos, con su pareja, ¿por qué todo
tiene que ser tan serio y solemne?
Esté en contacto con la
naturaleza: Los espacios abiertos y los animales son sanadores, disfrute de
caminar descalzo por un parque, juegue con su mascota, ponga flores en su
patio, sientese a tomar algo fresco debajo de un árbol, sienta la paz de la
naturaleza y trate de contagiarse de tal simpleza.
Cambie su perspectiva: ¿Suele
ser de los que enfrentan cualquier situación pensando: seguro sale mal? Bueno,
es momento de terminar con esta forma de pensar, permítame decirle que si
piensa así, ¡claro que todo le saldrá mal! ¿Sabe por qué? Porque
inconscientemente lo está deseando y buscando, entonces, es hora de cambiar la
perspectiva, piense que seguro va a salir bien. Ser positivo o ser negativo
requiere la misma cantidad de energía, ¿qué le cuesta comenzar a esperar cosas
buena de la vida? Quién le dice que finalmente pueda alcanzarlas.
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